Un día me desperté y decidí emprender un nuevo camino. Dejé atrás mi vida anterior y comencé a trabajar en mi sueño: abrir mi propio negocio en mi pueblo.
Después de darle muchas vueltas, me di cuenta de que el negocio que podría tener más éxito aquí en el pueblo era, sin duda, una funeraria. Y es que no sé qué nos ocurre cuando alguien cercano fallece que realmente estamos dispuestos a pagar lo que haga falta.
Y ustedes, ¿han pensado cómo quieren que sea su despedida?
5/5
‘Ho han tornat a fer, literalment magistral’
Nació Digital